TURISMO Turismo - 

Templo Bahá'í de Santiago, la nueva joya turística de la capital chilena

El primer templo de la fe Bahá'í en Suramérica, situado en lo alto de las montañas que bordean la capital chilena, cerca de la cordillera de los Andes, se ha consagrado en los últimos años como un lugar de peregrinación obligatorio tanto para turistas como para visitantes nacionales.

Así lo certifican las cerca de 50.000 personas que acuden a sus instalaciones cada mes, según indicó a Efe el director del recinto, Eduardo Rioseco.

El templo fue inaugurado en 2016 y desde entonces no ha parado de atraer con su singular belleza e idónea localización a miles de visitantes que llegan hasta sus puertas con el objetivo de comprender los fundamentos de una fe que aspira a ser universal y a aglutinar a personas de cualquier tendencia religiosa.

La fe Bahá'í nació a mediados del siglo XIX en Persia, actual Irán, de la mano de Bahá'u'lláh, un religioso con un proyecto que bien podría decirse que se adelantó al proceso de globalización en el que está inmersa la sociedad moderna.

"Las enseñanzas de Bahá'u'lláh plantean que la humanidad, independientemente de cuales sean sus creencias, historia, orígenes étnicos o ideologías, comparte una misma esencia espiritual que tiene un origen divino", indicó Rioseco.

Por este motivo, continuó, la construcción, que está vacía de símbolos o imágenes para evitar distracciones, sirve como espacio de "oración abierto a todos", un lugar en el que cualquier persona que desee "orar, meditar o simplemente estar en silencio", pueda hacerlo "con tranquilidad".

Sin embargo, lejos de convertirse en un lugar de peregrinación espiritual, el templo ha alcanzado una inusitada fama por su belleza arquitectónica, obra de la firma canadiense Hariri Pontarini Architects, así como por su envidiable localización, bajo la cual descansa la siempre dinámica y ruidosa ciudad de Santiago.

En este sentido, prosiguió el director, los acólitos de la fe Bahá'í no ven con malos ojos la condición de lugar de visita obligatorio para los turistas, sino que aplauden esta tendencia, ya que para ellos lo importante es "servir de lugar de encuentro para personas de muy distinta índole".

"Más allá de cuál sea el motivo que los trajo, nos interesa que la gente se sienta atraída, porque incluso aquellos que vienen con un interés puramente recreativo pueden llevarse de su visita algo más profundo que simplemente un paseo", detalló Rioseco.

En total, el bahaísmo tiene cerca de seis millones de fieles repartidos por todo el globo, donde Colombia y Brasil destacan por ser los países con más seguidores en la región, mientras que en Chile se encuentran 6.000 de ellos, según estimaciones de la propia organización.

La construcción, que surge por encima de las nubes que coronan el cielo santiaguino, está formada por nueve paredes en forma de pétalos formados por vidrio, mármol y bronce, y es la octava de este tipo en el mundo, tras las de Australia, Samoa, Uganda, Estados Unidos, India y Alemania.

La religión llegó a Suramérica a finales de 1930, principalmente de Europa y norteamérica, a través de un grupo de religiosos que recaló en Santiago, donde fueron aceptados por la sociedad chilena, razón por la cual decidieron que el primer templo de este dogma se erigiría en la capital del país austral.

A día de hoy este sigue siendo el único lugar sagrado de los Bahá'í en Suramérica, pero, como bien indicó Rioseco, esta "distinción acabará pronto" ya que a finales de este mes está previsto que se inaugure el segundo en Colombia.

Aun así, prosiguió, los seguidores de la palabras de Bahá'u'lláh "siempre tendrán un especial cariño por Chile", ya que el país los acogió y les brindó la oportunidad de extender su credo.

"Nuestro objetivo es devolver ese cariño al pueblo chileno con un mensaje de unidad que sirve para cualquier persona, donde lo que nos une es más importante que los que nos separa", concluyó Rioseco.

FUENTE: EFE

En esta nota: