FRANCIA Moda y Belleza - 

Lanvin y su dulce introducción al caos en la Semana de la Moda masculina

Si el mundo se viene abajo, el diseñador Lucas Ossendrijver se empeña en reconstruirlo en sus creaciones de hombre para la firma Lanvin, que presentó hoy su colección para la primavera-verano 2018: una oda al caos y a la poesía que solo se encuentra en sus diseños, un abrazo a los contrastes y su belleza.

El desfile tuvo lugar en una de las salas del palacio de deportes de Bercy, en París, preparada para acoger lo que parecía un ring de boxeo, una forma de poner como telón de fondo un escenario viril.

Aires militares, uniformes, ropa deportiva y mucha sastrería. Con esta variedad de referencias resultaría difícil encontrar la armonía, pero Ossendrijver, uno de los creadores más consolidados de la moda masculina, salió victorioso del reto.

"El caos reina en nuestra época. En lugar de combatirlo, he decidido aceptarlo plenamente", explicó el creador tras el desfile.

Los estilismos parecían creados con dos mitades distintas: por detrás eran uniformes de trabajo, por delante, trajes. Una técnica trabajada a partir de la semejanza de colores, que permite dar cierta cohesión a piezas que no tienen en realidad nada que ver.

La idea se repite a lo largo de toda la línea. En las piezas deportivas, los tonos fluorescentes y los tejidos impermeables se combinan con punto y sedas en estampados tradicionales, como el príncipe de Gales. En el aire, se respiraba también cierto aire militar.

"Sí, siempre hay una inspiración militar porque para mí es de donde vienen los hombres. Además de dar un look sexy, es masculino. En Lanvin siempre es una cuestión de contrastes", añadió el holandés.

Lanvin optó por una paleta de colores oscuros, con tonos grisáceos, azules, algún toque de verde botella o burdeos y pinceladas de flúor para los looks más urbanos, aunque lo más sorprendente fueron los estampados que la firma eligió para esta temporada: caras ilustradas en las prendas.

"Es una historia graciosa: hicimos fotos de turistas en las calles de París. Después nos fuimos a Montmartre y dimos las fotos a artistas callejeros para que las copiaran. ¡Espero que nadie se reconozca y venga a exigir derechos de imagen!", bromeó el diseñador.

Las formas aparecían divertidas gracias a la inclusión de detalles asimétricos como las capuchas, colocadas a un lado del cuello, o pantalones muy anchos combinados con camisas de seda estampadas y largas americanas.

Mezcla y fusión, la elegancia en la nueva colección para hombre de Lanvin nació de la experimentación. "Nuestro trabajo es salir a la calle a encontrar poesía, a pesar de la dificultad", zanjó Ossendrijver.

Horas después fue el turno de la marca de moda de Los Ángeles con aspiraciones parisinas: Enfants riches Déprimés -Niños ricos deprimidos, en español-.

Es el juego que ha establecido su creador, Henri Alexander, un joven y rico estadounidense de 25 años que se autodefine como "hijo de papá", y que vuelca en sus colecciones una vida de desintoxicación y derroche que ha atraído a estrellas como el cantante Justin Bieber, Miley Cyrus o el actor Jared Leto.

Si bien la marca triunfa gracias a sus camisetas con mensajes -casi siempre en francés, por eso del 'chic parisino'-, que rondan los 300 euros (335 dólares), su colección prêt-à-porter que se empezó a mostrar en pasarela el año pasado, también tiene una larga lista de seguidores.

Una colección unisex con un toque entre noventero y punk, cargada de prendas en terciopelo, camisas de seda y jerséis descolgados, al más puro estilo Kurt Cobain.

Los trajes de chaqueta, con raya diplomática y en tonos claros, se llevan también anchos y fluidos, sin apenas marcar las formas; mientras que los pantalones se mantienen en la esfera de lo deportivo, ajustados, con pierna evasé y rayas en los costados.

La presentación de colecciones primavera-verano 2018 para hombre en París finaliza esta noche con el desfile de Kenzo, con un show unisex por todo lo alto.

FUENTE: EFE