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No se metan con una mujer que hace Muay Thai

Los días con Daniela fueron intensos, no lo niego. Que si bicicleta, patines, pechadas, ranitas, pesas, natación, carreras todos los días y hasta crossfit, me tocó hacer. Con esta pelá, hacer deportes era como respirar.

Y como no era para menos, terminé lesionado.

Estuve lesionado hasta en los días de la cena con Paola, Hugo, Juan David, Valeria y Daniela. Así que me tocó llegar con muletas y por supuesto que fui la burla de todos. En especial del Juan David ese, se reía descaradamente de mi desgracia. No sé cómo Paola sigue con ese tipo.

Cuando noté las burlas de todos me fui al baño con rabia. Mis amigos, mi ex, mi novia y hasta un tipo desconocido, se reían de mí.

Bueno, dejemos el drama, que como dije, esa cena era para hacer las paces. Les sigo contando.

En ese momento me tocó pararme como varoncito. Bueno, pararme con ayuda de las muletas. Me fui al baño y detrás se fue Hugo, él como que tenía ganas de decirme algo, pero yo lo que necesitaba en ese momento era un consejo.

Hablando con Hugo me di cuenta que tenía que encontrar algo extremo en lo que yo pudiese ganarle para enseñarle que yo también puedo.

Así que encontré su debilidad: Flag.

Ni Daniela se resistió a mi tackleo. Digo que ni se resistió porque por allí mismo se fue cabreada, me dijo que me fuera a hacer el machito con otra.

Decidí no esforzarme en buscar a Daniela luego de que a los días, me enteré de que estaba en clases de Muay Thai. Después de todo, yo no estoy para esa vaina de estar levantándome a las 4 de la mañana a correr pendejadas… Digo, con todo el respeto de quienes sí pueden hacer eso.

Créanme, los respeto, no quiero problemas y menos si hacen Muay Thai y boxing, ni nada de eso.

Se despide,

El adolorido Víctor.

FUENTE: Víctor