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El último legado de Raúl Leis

El destino le reservó a Raúl Leis, hasta en su muerte, una misión. La muerte inesperada del pensador panameño contemporáneo generó un movimiento para sensibilizar sobre un problema que atenta contra el derecho a la salud.

El sociólogo, docente y en su momento, miembro del movimiento Papa Egoró tenía en su haber, premios literarios en México, Venezuela, así como otras menciones internacionales.

En Panamá, Leis fue cinco veces ganador del Premio Ricardo Miró en las categorías de Cuento, Ensayo, Poesía y Teatro; y se encontraba preparando una novela, la única categoría en la cual no había alcanzado el galardón más importante para los escritores en su tierra, cuando sobrevino la muerte, el 30 de abril del 2011.

Era un fin de semana, exactamente igual al que transcurre este año.

El asueto no dejó saber con prontitud que la noche del sábado a eso de las 10:00 p.m., el sociólogo y escritor se desvaneció delante de su familia cuando tecleaba, dejando a la mitad el que fuera su último proyecto literario.

Testimonios Raúl Leis Arce, su hijo cuenta que esa noche, después de cenar, el sociólogo se aplicó unas gotas en los ojos.

Éstas, recomendadas después de una cirugía ambulatoria. Apenas unos minutos más tarde cayó delante de su esposa y sus hijos; era alérgico a los antiinflamatorios no esteroides (AINE), el componente activo de las gotas.

Poco tiempo hubo para maniobrar, y durante el ataque alérgico, la desesperación se apoderó de los minutos que nunca vieron llegar a la ambulancia en su residencia en Ciudad Radial, Juan Díaz.

Su hijo lo llevó a la Policlínica JJ Vallarino, la más cercana, con la esperanza de salvarlo. Sin embargo, allí solo habrían pasado 10 minutos hasta que el médico de urgencias decretó su deceso.

Cinco años después, y tras presentar una denuncia por supuesta mala práctica médica, no hay avances. Desde enero del año pasado esperan el llamado a juicio, y en este lapso su caso se ha convertido en bandera de la campaña, de la Cinta Chocolate, que ya en varios países se lleva como símbolo contra la mala praxis en la salud.

Si hubiera sido al revés, él (su padre) no hubiera parado

Como en este caso, muchas voces de quienes se consideran víctimas de un mal procedimiento han salido a la luz.

Solo esta semana Ángela Arrieta tomó valor para relatar la también inesperada muerte de su hermano Vasni Arrieta.

El joven quien ingresó al hospital para extraerle piedras en sus riñones, semanas después complicó al punto de ser diagnosticado para una nueva cirugía, esta vez en el cerebro, incluyendo una traqueotomía y sin mayor información para los familiares.

“Cuando nosotros íbamos a llevar la cánula, el farmacéutico nos dijo, con esa cánula ya es para que él pueda hablar…y nosotros con toda la ilusión de que íbamos a escuchar a nuestro hermano hablar después de un mes, me doy cuenta por un papelito que estaba en el mostrador que él había fallecido”, cuenta Ángela. Hasta ese momento, cuando el reloj marcaba las 2:00 p.m., no se les había avisado del deceso de Vasni que, según el acta murió a las 10:00 a.m.

Este es un flagelo que no discrimina, así lo asegura Carmen Sousa, modelo y comunicadora que en 2012 enfermó como ella misma cuenta “por un estornudo” y de allí sufrió en carne propia lo que ella denomina varias negligencias. Hoy, que lo puede contar se ha convertido en una activista contra la mala praxis.

La lucha de los afectados continuará, dice con firmeza Raúl Leis hijo, aún cuando admite que no tiene esperanzas en el resultado del juicio.

“Si hubiera sido al revés, él (su padre) no hubiera parado” . Pero aclara que no debe entenderse como un ataque a una profesión, ya que buscan humanización para todo el personal, incluso administrativos que laboran dentro del sector salud.

Necesidad de tipificación y estadísticas El clamor de sobrevivientes, personas que han quedado truncadas y las muertes, no existen para fines de registros. En estos casos las víctimas y familiares no solo enfrentan un mal procedimiento sino otra lucha al intentar buscar justicia.

En Panamá, la mala praxis en la salud no cuenta con una tipificación y esto es lo que buscan a través de un anteproyecto de ley que se prevé sea entregado en la Asamblea en el próximo periodo, de acuerdo con la activista de Derechos Humanos, Mariela Arce quien impulsa la campaña de la Cinta Chocolate en nombre de Leis, quien fuera su esposo.

El documento contempla la humanización, tipificación y sanciones, explicó el abogado especialista en este tema, Vladimir Espinosa. En la actualidad, una queja por un mal procedimiento es investigada o sancionada como homicidio culposo dentro del Código Penal.

En los informes estadísticos de las querellas presentadas ante el Ministerio Público no existen los términos de mala praxis, mala práctica o negligencia. Situación similar ocurre en el Órgano Judicial donde, tras una solicitud de información, se conoció que la Dirección Estadísticas no cuenta con cifras "por delitos específicos".

El único remanente sobre este tema, es una nota informativa con fecha del 31 de agosto del 2006 que aparece en la web de la Corte Suprema, y que lleva por título "Negligencia médica: error involuntario que se penaliza".

Según aquél reporte institucional entre el año 2,000 al 2,005 hubo un total de 35 médicos procesados por "negligencia" en todo el país. Por estos procesos se dictaron 15 sobreseimientos provisionales, 6 definitivos, 7 prescripciones, 2 sentencias absolutorias y 5 sentencias condenatorias.

Para Raquel Mock, especialista en medicina familiar y coodinadora nacional del programa de salud de adulto y adulto mayor del Ministerio de Salud (Minsa), "la deshumanización" en los servicios en salud, es una queja generalizada que no es ajena a la institución. Sin embargo, apela a un esfuerzo para precisar de forma científica un diagnóstico de la mala praxis, en los servicios de salud.

Por el momento y según Mock, la vía que tienen los pacientes es elevar sus quejas en las direcciones médicas de cada hospital o policlínica, donde asegura, debidamente "se les debe escuchar".

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