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La cohabitación de dos Papas, un desafío para el Vaticano

CIUDAD DEL VATICANO (AFP). La renuncia de Benedicto XVI, que dejará el trono el 28 de febrero y abrirá la vía a la elección de un nuevo Papa, creará una "cohabitación" inédita con su sucesor que supone un desafío para el Vaticano.

El Vaticano asegura que el Papa alemán, que el lunes sorprendió al mundo al anunciar su renuncia el próximo 28 de febrero, vivirá discretamente una vez retirado en un convento de monjas de clausura, ahora vacío, dentro de las fronteras del Vaticano.

" Vivirá en el Vaticano con total discreción ", dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

" Su presencia no será un impedimento, una interferencia o un problema ", aseguró.

Al mismo tiempo Lombardi afirmó que la presencia del Papa, de 85 años, será sentida y "apreciada" dentro de la Iglesia y no descartó un papel de consejero para el futuro ex Papa, al que por otra parte habrá que buscarle una nueva apelación que podría ser la de "Papa Emérito".

" Si su sucesor quiere sus consejos, será totalmente libre de dárselos pero no tendrá ninguna obligación ", explicó el portavoz.

Pero otras voces en el Vaticano son mucho más escépticas sobre cómo se desarrollará esta cohabitación inédita entre un Papa y un ex Papa.

Rino Fisichella, presidente del Consejo para la Nueva Evangelización, dijo que el Papa quizás podría vivir fuera del Vaticano, como si un alejamiento físico disminuyera también su influencia.

Pero la Santa Sede desmintió el rumor según el cual Benedicto XVI podría instalarse en la Abadía de Montecasino, 130 kilómetros al sur de Roma.

Tras su retiro, Benedicto XVI, un teólogo erudito que cumplirá 86 años en abril, podría dedicarse a escribir y terminar una encíclca que estaba escribiendo y que podría publicarse luego en forma de libro.

El Papa retirado podría pasar más tiempo tocando sus obras favoritas de Beethoven y Mozart al piano o cuidando de sus gatos, dos de sus ocupaciones favoritas en su tiempo libre.

Por el momento, cuando el próximo jueves 28 de febrero salga en helicóptero del Vaticano, se instalará temporalmente en su residencia de Castelgandolfo, donde suele pasar todos los veranos.

El Vaticano no ha confirmado todavía cuanto tiempo pasará allí pero recordó que Benedicto XVI no tendrá un papel releveante en el cónclave de cardenales que elegirá al nuevo papa y que empezará probablemente a mediados de marzo.

--- Oasis de paz ---

El convento de monjas de clausura Mater Ecclesiae, ahora vacío y situado dentro del Vaticano, será la residencia del Papa una vez haya renunciado definitivamente el 28 de febrero a las ocho de la tarde.

Las monjas abandonaron el convento en noviembre, dos años antes de lo esperado, algo que nadie supo interpretar entonces como el preludio a la decisión del Papa de renunciar al trono.

El convento, ahora en desuso, es un oasis de calma que tiene su propio jardín de rosas (incluyendo una variedad que lleva el nombre de Juan Pablo II), con vegetales y frutos. Los pimientos, tomates, calabacines y coles que salen d ahí son frecuentes en la mesa del Papa.

Las celdas están amuebladas con austeridad y la única decoración son los crucifijos y algunas pinturas que representan la vida religiosa, indicó el Vaticano.

Durante su retiro, Benedicto XVI recuperará su nombre civil de Joseph Ratzinger y los expertos en derecho canónico están estudiando todavía si puede reclamar de nuevo su condición de cardenal.

Preguntado sobre si el futuro ex Papa tendría una pensión, Lombardi no dio una respuesta clara pero dio a entender que tendría todo lo necesita para vivir.

"Vamos a asegurarnos que tenga una existencia digna", aseguró.