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Vaticano califica a Saramago de "ideólogo antirreligioso"

CIUDAD DEL VATICANO ( AFP ). El periódico oficial del Vaticano, el Osservatore Romano, ataca duramente al fallecido escritor portugués José Saramago, calificándolo en su edición de este domingo de " populista extremista " y de " ideólogo antirreligioso ".

En un editorial el órgano oficial del Vaticano ataca con virulencia al premio Nobel de Literatura conocido por sus posiciones izquierdistas y su gusto por la provocación, al que define como " un ideólogo antirreligioso, un hombre y un intelectual que no admitía ninguna metafísica, encerrado hasta el final en su confianza profunda del materialismo histórico, a saber el marxismo ".

El periódico describe al escritor, fallecido el viernes a los 87 años en España, como alguien " que con lucidez se ubicó del lado de las malas hierbas en el trigal del evangelio ".

" Decía que perdía el sueño con sólo pensar en las cruzadas o en la Inquisición olvidando los gulag, las purgas, los genocidios y los samizdat (escritos de los disidentes en la época soviética, ndlr) culturales y religiosos ", escribe el Osservatore Romano en su editorial.

Difundida antes de su publicación, el editorial fustiga a Saramago como "un populista extremista" que se refería "muy cómodamente" a "un Dios en el que jamás creyó por creerse todopoderoso y por su omnisciencia".

Saramago provocó la ira del Vaticano y de la Iglesia católica cuando publicó "El Evangelio según Jesucristo" (1992) en el que Jesús pierde su virginidad con María Magdalena.

Denunciando un ataque al "patrimonio religioso portugués", el gobierno de Lisboa había decidido entonces suprimir al autor de la lista de candidatos al premio europeo de literatura, lo que provocó su cólera y su "exilio" en España.

Despertó nuevamente la ira de los católicos en 2009 con su obra "Caín" en donde la personificación bíblica del Mal, asesino de su hermano Abel, es descrito como un ser humano que no es ni peor ni mejor que otro mientras que Dios es presentado como un injusto y envidioso.

Cuando presentó el libro, Saramago alimentó la polémica calificando la Biblia de "manual de malas costumbres".