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Uribe ratifica reclamos a justicia

BOGOTA (AP). El presidente Alvaro Uribe ratificó su reclamo en torno a que los jueces no pueden quejarse por recibir críticas, sin que ello implique irrespetar fallos, a la vez que se quejó por una que nueva ola de versiones y rumores en torno a la penetración y lazos del paramilitarismo.

El presidente, en una entrevista con la cadena radial Caracol, apenas hizo referencias a la detención la víspera del ex senador Mario Uribe, un viejo colaborador y primo segundo del mandatario, por decisión de la Fiscalía que le investiga por supuestos nexos con paramilitares, el más reciente capítulo de un escándalo político por esos presuntos lazos de las bandas ilegales con parlamentarios.

El ex senador está recluido desde la medianoche en la cárcel La Picota, al sur de Bogotá, de acuerdo con la oficina de prensa de la Fiscalía. El ex congresista había solicitado la víspera asilo político en la embajada de Costa Rica en Bogotá, pero desde San José se anunció el martes tarde el rechazo al pedido.

El presidente Uribe dijo en la jornada que su colega costarricense, Oscar Arias, lo llamó por teléfono el martes para hablar del tema y que él le respondió que el gobierno colombiano no intervendría en ese asunto y que era decisión de Costa Rica.

El presidente se quejó por el vendaval de versiones y rumores aparecidos en la prensa, que han circulado nuevamente en las últimas semanas, apuntando indistintamente en base a fuentes anónimas a que supuestamente paramilitares pagaron a algunos de los 23 magistrados de la Corte Suprema para favorecer la elección en 2005 del Fiscal General o que congresistas y funcionarios de gobierno mantuvieron vinculaciones al paramilitarismo, incluyendo al propio mandatario.

Tanto el gobierno como las instancias judiciales niegan esas versiones.

Uribe reveló además que en marzo último conoció versiones, cuyas fuentes no reveló, de que un delincuente encarcelado, al que tampoco identificó, supuestamente le señalaba de haber mantenido reuniones en el pasado con jefes paramilitares, junto a generales de la policía y del ejército, para juntos planear y ejecutar una masacre conocida como la de El Aro, por la localidad donde ocurrió en octubre de 1997, cuando fueron asesinadas por paramilitares unas 15 personas.

Funcionarios de la Fiscalía dijeron que ese despacho verifica los datos ofrecidos por el delincuentes encarcelado, al que identificó como Francisco Villalba, un paramilitar condenado a 33 años de prisión por participar en la masacre de El Aro.

"¡Por Dios...el imaginario de los bandidos!", exclamó el presidente al referirse a esa versión.

Al ser consultado sobre quién desde el gobierno podría hacer circular esas versiones contra la Corte, Uribe molestó replicó que "es una cosa mal intencionada decir que el gobierno está promoviendo y esta moviendo un rumor de que unos pagos (de paramilitares) a la Corte Suprema de Justicia, yo pregunto ¿hay un solo hecho que pueda soportar ese rumor?".

El presidente ratificó que "el respeto a las instituciones y a su independencia no exime de la deliberación" o críticas. Si, por ejemplo, hay algún miembro de la justicia objeto de investigación cualquiera, "la justicia no puede tener una solidaridad de cuerpo con él porque es que en Colombia nadie está autorizado para sentirse eximido de la justicia, en Colombia nadie está autorizado para sentirse eximido de la crítica".