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La Unión Europea deroga Posición Común sobre Cuba

La Unión Europea acordó este martes derogar la Posición Común sobre Cuba, que vinculaba su cooperación a avances en materia de derechos humanos en la isla, una decisión celebrada por La Habana que entrará en vigor el 12 de diciembre con la firma de un acuerdo con el país caribeño.

"Para Cuba era imprescindible que tal vestigio del pasado, contradictorio con las bases de igualdad, reciprocidad y respeto (...) fuera abolido completamente", señaló el vicecanciller Abelardo Moreno.

El gobierno cubano siempre rechazó la Posición Común por "su carácter injerencista, selectivo y discriminatorio".

El 12 de diciembre, los cancilleres de la UE, junto a su homólogo cubano Bruno Rodríguez, firmarán en Bruselas el nuevo marco de relaciones entre ambas partes, el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, que supondrá a su vez el abandono de la Posición Común adoptada en 1996.

La rúbrica de este pacto diplomático y comercial con Cuba, el único país latinoamericano sin acuerdo de asociación o de cooperación con la UE, tendrá lugar pocas semanas después de la muerte del mandatario cubano Fidel Castro.

Su hermano Raúl, al frente del país comunista desde 2006, lleva una cauta y lenta apertura al trabajo privado y a la inversión extranjera, y restableció el año pasado las relaciones diplomáticas con un Estados Unidos liderado por Barack Obama.

"Nos encontramos en un verdadero punto de inflexión en las relaciones entre la UE y Cuba (...) Mediante este nuevo acuerdo, la UE muestra su disposición a apoyar el proceso de modernización económica y social de Cuba", indicó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

Tras casi dos años de intensas negociaciones, La Habana y el ejecutivo comunitario cerraron en marzo este nuevo acuerdo, uno de cuyos objetivos es "entablar un diálogo (...) a los fines del fortalecimiento de los derechos humanos y de la democracia", según el documento al que ha tenido acceso la AFP.

Otros de los objetivos son "promover las relaciones comerciales y económicas" en base a las normas rectoras del comercio internacional, así como fortalecer las relaciones existentes "sobre la base del respeto mutuo, la reciprocidad, el interés común y el respeto a la soberanía".

Disidentes cubanos habían pedido en octubre a los eurodiputados, que deberán pronunciarse en los próximos meses sobre el texto, su 'no' al acuerdo, al considerar que su actual redactado "legitima" al régimen comunista.

La situación de los derechos humanos en la isla comunista fue uno de los principales escollos a lo largo de las siete rondas de conversaciones, pero los negociadores decidieron finalmente abordarla en un diálogo separado para allanar el camino hacia el pacto.

La Posición Común de 1996, impulsada por el entonces presidente del gobierno español José María Aznar, era más exigente en este punto al vincular la cooperación con Cuba a "mejoras de los derechos humanos y libertades fundamentales". Además, su objetivo era también "favorecer un proceso de transición hacia una democracia pluralista".

El nuevo documento establece también las bases de las relaciones comerciales entre Cuba y los 28. Las empresas extranjeras no quieren perder el tren de la apertura cubana, especialmente tras el deshielo con Estados Unidos, aunque el embargo impuesto por Washington en 1962 a la isla sigue vigente.

La aproximación con Estados Unidos podría peligrar, después que el presidente electo Donald Trump amenazara a finales de noviembre con "poner fin" al proceso si no hay "un mejor acuerdo para los cubanos, los cubano-estadounidenses y los estadounidenses en general".

El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación se aplicará en un primer momento de manera provisional a la espera de una larga y compleja ratificación por parte del Parlamento Europeo, así como de los 28 países del bloque.

La aplicación provisional, que afecta sólo a ámbitos de competencia exclusiva de Bruselas como la cooperación al desarrollo o el comercio, entrará en vigor unos dos meses después de que La Habana comunique oficialmente a la UE su voluntad de aplicarlo provisionalmente.

En caso de que esta comunicación oficial tuviera lugar en diciembre, el acuerdo entraría en vigor el 1 de febrero de 2017, explicó a la AFP una fuente europea.