WASHINGTON Internacionales - 

Republicanos piden a Obama ir a frontera

Las decenas de miles de menores de edad que huyen de los caóticos países de Centroamérica a la frontera de Estados Unidos han sobrepasado la capacidad del gobierno para responder, testificaron altos funcionarios del gobierno de Obama el miércoles cuando exhortaron a los senadores a aprobar la solicitud de presupuesto de emergencia ante la crisis migratoria.

Pero mientras el presidente Barack Obama viajaba a Texas, la oposición republicana expresó su rechazo a la solicitud de 3.700 millones de dólares del presidente, por lo que cualquier solución está en suspenso. A la vez, las presiones políticas sobre el presidente parecían aumentar en ambos bandos, pues los republicanos lo denunciaron en el Senado e incluso algunos demócratas comenzaron a apoyar las exigencias del partido opositor para que visite la frontera con México, lo que la Casa Blanca siguió rechazando.

Obama se reuniría con líderes locales la noche del miércoles para analizar la situación migratoria, pero en Dallas, no en la frontera. También se reuniría con el gobernador republicano de Texas, Rick Perry, quien lo ha instado a visitar la frontera.

En Washington el senador republicano por Arizona John McCain, quien ha apoyado a Obama en sus intentos por reformar las leyes migratorias del país, dijo que no puede apoyar la solicitud del presidente para más presupuesto.

"No puedo votar por una cláusula que simplemente perpetúa una crisis humanitaria inaceptable que está ocurriendo en nuestra frontera sur", dijo McCain en el pleno del Senado, donde fue acompañado por el senador republicano de Arizona Jeff Flake y los republicanos de Texas John Cornyn y Ted Cruz. Todos se turnaron para criticar las políticas de Obama, las que culpan de causar la situación en la frontera, argumentando que sus esfuerzos por hacer menos estrictas las políticas de deportación han contribuido a los rumores que hay en Centroamérica de que los inmigrantes menores de edad pueden quedarse en el país.

El presidente de la Cámara de Representantes John Boehner no se comprometió a llevar la medida a votación.

"Si no aseguramos la frontera nada va a cambiar y si revisan la solicitud del presidente, todo se trata más bien de seguir lidiando con el problema", dijo Boehner.

Por su parte, grupos de activistas a favor de los inmigrantes criticaron la solicitud presidencial desde la izquierda, argumentando que sólo está enfocada en la seguridad y la aplicación de la ley. Un grupo de organizaciones por los derechos civiles presentó una demanda en Seattle contra el gobierno de Obama argumentando que el gobierno federal no ha dado representación legal a los menores de edad.

E incluso los demócratas dijeron que Obama haría bien en ir a la frontera y conocer la situación de primera mano.

"Ir ahí y hablar con la gente que vive esto a diario, esa es la perspectiva que le falta", dijo el representante demócrata de Arizona Raúl Grijalva.

Pero la Casa Blanca no se amilanó. Obama viajó a Dallas para analizar el asunto a puerta cerrada con Perry y otros líderes.

Al preguntarle sobre la decisión de Obama de no ir a la frontera, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que otros funcionarios lo han hecho y tienen un gran conocimiento de la situación.

"El presidente está muy consciente de todo lo que está pasando", dijo Earnest a los reporteros. "El presidente tiene suficiente perspectiva del problema para comprender qué tipo de soluciones funcionarán mejor".