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Magnate chino confía en canal de Nicaragua

BEIJING (AP). El empresario chino que desea hacerse cargo de un proyecto multimillonario para cavar un canal interoceánico en Nicaragua ha invertido millones de dólares en minas y telecomunicaciones, pero se niega a revelar cómo hizo su fortuna.

Wang Jing dice que hace tiempo estudió la medicina tradicional china. ¿Dónde? No quiere decirlo. Tampoco desea revelar el valor de sus empresas actuales.

Wang era desconocido en China hasta que se hizo célebre en junio, cuando obtuvo los derechos para cavar un canal con un valor de 40.000 millones de dólares, un proyecto ambicioso que busca competir con el Canal de Panamá.

Ahora cunden el escepticismo y las dudas sobre el empresario de 40 años de edad, director ejecutivo de la empresa de telecomunicaciones Xinwei.

Wang admite que no tenía gran experiencia en el campo de las telecomunicaciones antes de adquirir Xinwei en 2010, y que no ha trabajado en un proyecto de ingeniería tan ambicioso como el que ha prometido realizar en Nicaragua. También han surgido dudas sobre la viabilidad de un proyecto de tal magnitud a la luz de la lenta recuperación económica mundial tras la recesión de 2009.

Sin embargo, Wang mantiene una actitud entusiasta y promete iniciar las obras en 2014, pero se niega a divulgar información sobre su pasado o su dinero, y parece disfrutar de su anonimato, lo que agrava la incredulidad general sobre su capacidad de hacerse cargo de un proyecto cuyo costo es cuatro veces el tamaño de la economía nicaragüense.

"Con golpes de pecho les prometo que será exitoso", expresó usando un refrán popular chino.

Wang habló con The Associated Press el fin de semana pasado en las oficinas de la empresa Xinwei Telecom Enterprise Group, en Beijing. Concedió la entrevista en parte para responder a un despacho de AP según el cual Xinwei no ha cumplido su promesa de construir redes de telecomunicación en 20 países.

En 12 de los países donde la Xinwei Telecom Enterprise Group y sus empresas filiales dicen haber hecho negocio, la AP no halló evidencia alguna de proyectos en desarrollo. En los otros ocho, varios analistas y representantes de grandes empresas de telecomunicaciones dijeron que jamás habían escuchado hablar sobre la compañía, o Xinwei no divulgó suficiente información que permita investigar sus tratos allí.

Wang dijo que algunos de los proyectos se iniciaron antes de que asumiera el mando de la empresa. Un portavoz de Xinwei dijo que no era justo juzgar a la compañía cuando los proyectos aún están en desarrollo.

"Confío en mi instinto, en mi juicio", expresó Wang, sentado en un amplio sofá en el centro de la habitación, bajo un enorme retrato de Mao Tze-tung rodeado de militantes y soldados entusiastas.

Dijo que contrató a McKinsey & Company Inc., PricewaterhouseCoopers y China Railway Construction Corp. para analizar la posibilidad de construir el canal, y que las conclusiones fueron favorables.

Wang sostiene que estudió la medicina tradicional china, pero al preguntársele dónde, se niega a divulgarlo, afirmando que no quiere agravar la controversia sobre el proyecto del canal. Hizo su fortuna en el mundo de las finanzas, pero no da detalles sobre cómo pudo tener tanto dinero invirtiendo en minas, a tal punto de pagar 16 millones de dólares de su propio bolsillo para poder adquirir Xinwei en 2010. Asevera que no sabe realmente cuál es el valor de su patrimonio porque es difícil calcular el valor de las acciones en ciertos países como Camboya y Tailandia.

"Cualquier persona que es famosa fue desconocida antes", sostiene. "¿Mi currículum? Muy simple. Nací en diciembre de 1972 en Beijing y soy ciudadano chino".

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