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Legión de Cristo llega a momento crítico

La orden religiosa Legión de Cristo elige nueva conducción por primera vez desde que su fundador fue revelado como un pedófilo y un fraude. El proceso que comenzará el miércoles pondrá oficialmente fin al movimiento de rehabilitación iniciado hace tres años por el Vaticano, una reforma que la Legión considera un éxito y sus detractores una patraña.

La Legión fue considerada otrora como un modelo por el Vaticano, que desvió la mirada ante las tropelías del reverendo Marciel Maciel mientras la orden fue una de las congregaciones de más rápido crecimiento en la Iglesia católica y atrajo millones en donaciones. Tras tres años de reformas impuestas por el Vaticano, sigue habiendo interrogantes sobre cómo puede existir la Legión cuando su fundador era un fraude y su misión fundamental sigue siendo incierta.

La Legión espera que tras el encuentro de un mes, el papa Francisco apruebe una nueva constitución que explique la misión, jerarquía y normas de la orden y permita a la Legión continuar sin más supervisión vaticana. Los supriores de la Legión y 42 sacerdotes elegidos como representantes —incluyendo muchos allegados a Maciel— terminarán de elaborar la constitución y elegirán entonces una nueva conducción.

Empero, varios ex sacerdotes de la Legión han pedido al pontífice que no se deje engañar por la "supuesta reforma" de la orden, indicando que el proceso de rehabilitación ignora su disfunción fundamental: duplicidad financiera, falta de una auténtica identidad religiosa y el continuado encubrimiento de las personas que facilitaron los crímenes del fundador.

"En la Legión, nada es como parece", escribió el año pasado Francisco.

El predecesor de Francisco, el papa Benedicto XVI, se hizo cargo de la Legión en el 2010 después que los investigadores del Vaticano determinaran que la congregación necesitaba ser "purificada" de la influencia de Maciel, que abusó sexualmente a sus seminaristas, tuvo tres hijos y creó un sistema de poder en la Legión que permitió la continuidad de sus crímenes.

Antiguos miembros dijeron que este código de silencio y obediencia que impuso Maciel creó un ambiente tóxico parecido a un culto en el que las comunicaciones eran supervisadas, los disidentes marginalizados y los miembros engañados y manipulados. Centenares de sacerdotes, seminaristas y miembros laicos consagrados abandonaron el movimiento en los últimos años; hay ahora unos 950 sacerdotes y unos pocos centenares de miembros consagrados.

Benedicto designó a un cardenal retirado, Velasio De Paolis, para supervisar las reformas y modificar la constitución de la orden, un paso hacia el Capítulo General que comenzó el miércoles. La Legión dice que muchos de sus problemas descubiertos por el Vaticano han sido eliminados, aunque la reforma continúa.

"El capítulo extraordinario será un movimiento importante en este examen comunal de conciencia y una ocasión para apreciar la bendición recibida, pedir perdón por los errores cometidos en el pasado y aprender lecciones para el futuro", escribió el reverendo Sylvester Heereman, el actual director de la Legión, en una carta de Navidad a ex sacerdotes legionarios.

Algunos antiguos miembros han patentizado su temor sobre el proceso, convencidos de la insuficiencia de las reformas de De Paolis y que los sacerdotes que siguen apegados al viejo sistema de Maciel bloquearon las reformas para lograr los cambios necesarios a fin de dar un nuevo rumbo a la orden.

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Nicole Winfield en Twitter: www.twitter.com/nwinfield

FUENTE: AP