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Ferguson: Las decisiones que causaron una tragedia

Michael Brown pasó parte de su última mañana hablando acerca de Jesucristo con unos obreros. El policía Darren Wilson recibió una llamada para ayudar a un niño con fiebre. Dorian Johnson se levantó a las 7 a.m. con la intención de conseguir el desayuno para su novia.

Fue un inicio mundano de un sábado, pero para el mediodía los tres hombres habían tomado una serie de decisiones que llevaron a la muerte a tiros de Brown.

Aún hay partes de su historia que el público jamás entenderá. Quienes buscan respuestas claras no las hallarán en las miles de páginas de declaraciones, entrevistas y otros registros dados a conocer por fiscales luego de que un jurado de investigación decidiera no encausar a Wilson por la muerte de Brown. Pero el acervo de documentos ofrece una la imagen más fiel de los momentos clave que llevaron a una situación desafortunada.

Brown, de 18 años, y Johnson, de 22, se conocían desde hacía pocos meses, cuando tuvieron un incidente de tránsito sin importancia en el estacionamiento de un edificio de apartamentos a las afueras de Ferguson, Missouri, pero el 9 de agosto despertaron con la misma mala idea en mente: Fumar marihuana. Pero necesitaban puros para hacer un cigarro de hierba.

"Cuando le dije que iba por unos puros, él dijo: 'También necesito uno. Vamos a la tienda", dijo Johnson en una declaración.

Les tomó tiempo salir. Brown —quien recientemente había empezado a rapear acerca de Dios— se detuvo a hablar con un decorador que maldecía porque su sierra de cadena no encendía.

"Me dijo que Jesucristo me ayudaría con mi problema de ira", dijo el obrero al jurado de investigación.

La mañana había pasado cuando Brown y Johnson se dirigieron al mercado, que se encuentra a casi un kilómetro (media milla) de distancia. Johnson dijo que hablaban de sus vidas mientras caminaban.

"Me dijo que iba a ir a la universidad", recuerda Johnson.

No muy lejos, Wilson, de 28 años, estaba a la mitad de su turno de 12 horas.

Durante sus cinco años en la policía nunca había disparado su arma contra otra persona. Una vez empleó una pistola que descarga corriente eléctrica para inmovilizar conocida como Taser, pero casi nunca llevaba una. Es demasiado estorbosa, le dijo al jurado.

Un despachador le transfirió una llamada para ayudar a un bebé de 2 meses que estaba enfermo.

"Voy en camino", respondió Wilson. Eran las 11:47 a.m.

Minutos después Brown y Johnson entraron a la tienda de comestibles y bebidas llamada Ferguson.

Johnson dijo al jurado que, en principio, pensó que le estaban jugando una broma cuando Brown se inclinó sobre el mostrador y tomó varios puros sin pagarlos. El empleado detuvo al joven cuando se dirigía a la puerta. Brown, quien pesaba 131 kilos (289 libras) lo hizo a un lado.

"Me sorprendió mucho", dijo Johnson. "Por eso le dije: Oye, yo no hagas esas cosas. ¿Qué te pasa?".

Brown le dijo que se calmara, indicó Johnson.

"Pero yo pensaba: 'no puedo estar tranquilo'. Sabía lo que había pasado y sabía que nos habían grabado", señaló Johnson.

Un despachador de la policía de Ferguson informó a policías a las 11:53 am que se estaba cometiendo un robo y que el sospechoso "se había robado un paquete completo de puros Swisher".

Johnson declaró que Brown llevaba los puros a la vista mientras ambos caminaban por la calle.

Wilson terminó su labor de asistir al bebé enfermo. Dijo por radio a sus compañeros: "¿Me necesitan?". No recibió respuesta, pero mientras conducía por Canfield vio a los dos hombres y detuvo su vehículo.

FUENTE: AP

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