Estocolmo Internacionales - 

Europa se acostumbra a convivir con el miedo

París, Copenhague, Bruselas... En poco más de un año tres capitales europeas han sido devastadas por bombas y tiroteos.

Después de cada ataque todo vuelve a la normalidad. Pero es una normalidad diferente, con alertas ante posibles actos terroristas a la orden del día y en la que la gente de las ciudades no se pregunta si será blanco de algún ataque sino cuándo se producirá.

"Con cada atrocidad que ocurre, cambiamos", dijo Ian Duncan, miembro escocés del Paralmento Europeo con sede en Bruselas. "Somos menos abiertos. Bajamos las barreras y cerramos las puertas".

La carnicería del martes en Bruselas llegó en momentos en que Europa todavía estaba sacudida por los ataques de militantes islámicos que dejaron 130 muertos en París en noviembre. En los meses siguientes Francia y Bélgica han parecido países al menos parcialmente en guerra, con soldados en las calles, la gente no sale de su casa y tiroteos mortales con militantes.

El resto de Europa observa azorada.

"Estos ataques de Bélgica bien pudieron ocurrir en Gran Bretaña, en Francia, en Alemania o en cualquier otro sitio de Europa", expresó el primer ministro británico David Cameron a la BBC el martes.

La organización Estado Islámico se atribuyó la autoría de los ataques en el aeropuerto de Bruselas y en el tren subterráneo que dejaron decenas de muertos y de heridos.

El presidente francés Francois Hollande sostuvo que fueron ataques contra toda Europa y advirtió que se viene una "guerra" prolongada.

Si bien toda persona que visita Europa occidental se expone a actos de violencia de extremistas musulmanes y de nacionalistas y movimientos revolucionarios desde hace décadas, cuesta imaginarse que se libra una guerra en las calles. Pero muchos creen que eso es lo que está sucediendo.

"Hace cinco años una no pensaba tanto en estas cosas", dijo Francesca Cervelli, turista italiana de 20 años que caminaba frente al Parlamento sueco en Estocolmo. "Antes no ocurría tan a menudo. Ahora es parte de la vida diaria".

En Europa occidental la gente se muestra reticente a sacrificar libertades civiles a cambio de mayor seguridad. Pero después de cada ataque cambia de parecer, al menos temporalmente, según Catherine Muller, del Instituto de Estudios del Desarrollo de Brighton, Inglaterra.

"El terrorismo es uno de los riesgos que la gente normalmente sobrestima porque es algo que mete miedo, con un fuerte impacto emocional", dijo Muller.

Agregó que la gente tiene que hacerse a la idea de que "no hay unan seguridad del 100%".

"Puede haber un ataque terrorista mañana, en un año o en cinco", expresó Dani Amouri, de 23 años, residente en Estocolmo y quien llegó desde el Líbano hace cinco años. "En Suecia, Dinamarca, Alemania, en todos lados. Ya no hay paz en el mundo. Ni siquiera en Europa".

FUENTE: AP