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Disturbios en la segunda noche de protestas en San Luis

Las protestas dieron un giro violento el sábado por segunda noche consecutiva en San Luis tras la absolución de un expolicía blanco en un tiroteo que acabó con la vida de un afroestadounidense. Un pequeño grupo de manifestantes se negó a dispersarse, rompiendo los vidrios de docenas de negocios y arrojando objetos a la policía, que movilizó a cientos de efectivos antimotines para realizar detenciones.

La confrontación ocurrió a última hora del sábado en la zona de Delmar Loop, en University City, un suburbio a unos 16 kilómetros (10 millas) al oeste de San Luis, cerca de Washington University. El lugar es conocido por sus salas de conciertos, restaurantes, tiendas y bares, incluyendo el club Blueberry Hill donde actuó durante años la leyenda del rock Chuck Berry.

University City había sido el escenario de una tensa pero tranquila marcha por la tarde para protestar por la decisión judicial del viernes que absolvía al expolicía Jason Stockley del cargo de asesinato en primer grado por la muerte en 2011 de Anthony Lamar Smith, de 24 años, en una balacera. La manifestación terminó con los organizadores pidiendo a los asistentes que regresaran a sus casas y convocando una nueva protesta para el domingo por la tarde.

Pero unas cuantas docenas de personas se negaron a marcharse. La policía dio la orden de dispersarse alegando que la protesta era ilegal. Cientos de agentes con equipos antimotines avanzaron con vehículos blindados. Los disconformes retrocedieron por la calle, rompiendo vidrios de varias tiendas con cubos de basura y arrojando objetos a la policía.

Pudo verse a varios manifestantes esposados, y las policías de la ciudad y el condado tuitearon más tarde arrestaron a al menos nueve personas. Agentes de la policía sacaron a al menos una persona esposada y boca abajo de la zona, y al menos un manifestante tuvo que ser atendido tras ser rociado con espray de pimienta.

Tras el final de los disturbios, un reportero de The Associated Press halló que al menos la mitad de los negocios ubicados en uno de los lados de un tramo de dos manzanas presentaban desperfectos.

Sam Thomas, que estaba ayudando a un amigo a limpiar los cristales del escaparate de su tienda de ropa y accesorios, OSO, dijo que entiende el malestar de la gente. El sistema judicial de Estados Unidos está roto y necesita ser arreglado, dijo.

"No estoy diciendo que esta sea la forma correcta de arreglarlo”, dijo sobre los desperfectos. "La ventana no fue asesinada. Nadie va a hacerle un funeral. Podemos cambiarla”.

El viernes en la noche, casi tres docenas de personas fueron arrestadas y 11 policías sufrieron heridas.

FUENTE: AP

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