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Colombia se niega a sentarse en banquillo de acusados

BOGOTA (AFP). Lejos de permitir que lo sienten al banquillo de los acusados por su acuerdo con Washington para el uso de bases militares, el presidente colombiano Alvaro Uribe acude a la cumbre extraordinaria de Unasur, el viernes en Argentina, con una estrategia de contrataque, anticiparon funcionarios de su gobierno.

"Vamos dispuestos a absolver las dudas sobre el acuerdo, (pero) llevamos una posición absolutamente vertical de pedir la opinión de los gobiernos de Unasur sobre temas que son muy preocupantes para nosotros como el armamentismo exagerado por parte de algunos países", dijo una alta fuente del gobierno.

"Colombia no va con la intención de sentarse en la silla de los acusados, Colombia va, con la frente en alto, a pedir reflexiones profundas sobre temas de su entera preocupación. (Por ejemplo), ¿con qué objetivo se está armando (Venezuela) como lo está haciendo?", añadió la fuente.

Según el funcionario del entorno de Uribe y que pidió el anonimato, "Colombia no entiende la honda preocupación expresada por gobiernos vecinos en torno al acuerdo (con EU) ya que "se consideran enemigos de las FARC, como lo han dicho, y enemigos del narcotráfico, como lo han dicho".

La versión es coincidente con recientes declaraciones del canciller colombiano, Jaime Bermúdez, en el sentido de que su país "no va a consultar nada" con los mandatarios de la Unasur sobre el acuerdo de cooperación con Estados Unidos.

"Eso ya está hecho. La negociación se cerró. Pero queremos discutir allí otros temas de interés regional", dijo.

El miércoles, Bermúdez pidió que la reunión sea pública y se transmita en directo por televisión. "Nos parece muy importante que este debate se transmita en directo, ya se ha venido dando un debate público y es muy bueno e importante que la opinión pública conozca directamente la posición de los presidentes sobre estos temas", dijo.

Analistas consultados por la AFP estimaron que Uribe hace uso de una estrategia de contrataque para repeler las intenciones de Hugo Chávez de promover su aislamiento en la región.

"Uribe no tiene alternativa: no puede dejarse poner en el banquillo de los acusados y le apuesta a neutralizar una condena de Unasur, pero se equivoca al pretender que los países de ese bloque, vayan a condenar a Chávez. Quien está aislado en la región es él", señaló el internacionalista Fernando Giraldo.

Giraldo, decano de ciencia política de la privada Escuela de Administración de Negocios EAN, recordó que Chávez compró las deudas externas de varios países miembros de Unasur y que por ello es de ilusos pensar que éstos vayan a pronunciarse en contra de Chávez. "Esto es de realismo político", enfatizó.

"Uribe está pagando el error de haber firmado en secreto el acuerdo con Estados Unidos. Ahora, debe saber manejar con tacto la situación porque si se rompe la unidad en Unasur, gobiernos como los de Lula en Brasil o Michelle Bachelet en Chile, lo culparán a él y no a Chávez y tomarán represalias", enfatizó.

A su turno, el analista Fernando Cano, de la privada Universidad del Rosario, opinó que "con su posición, Uribe dice a sus colegas suramericanos: '¿quieren criticarme por hacer un acuerdo antidrogas con Estados Unidos? Bueno, y ¿dónde están sus críticas al apoyo de Chávez a las FARC, a su injerencia en otros países o a su desmedido apetito bélico?'".

La sesión de Unasur que se realizará en la ciudad argentina de Bariloche (sur) ha estado rodeada de un marco de tensión entre Colombia y sus vecinos, en particular Venezuela cuyo presidente anunció que prepara la ruptura de relaciones diplomáticas con Bogotá.