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Las Américas, primera región que logrará reducir la tasa de consumo de tabaco

La región de las Américas se convertirá en la primera y única en alcanzar el objetivo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir en un 30 % el consumo de tabaco en 2025 respecto a los valores del año 2010.

Esta reducción en el continente americano se dará tanto para hombres como para mujeres y es el resultado de un trabajo y un compromiso al más alto nivel realizado a largo plazo por los gobiernos de la región, desde Canadá hasta Argentina.

"Muchos de estos países, Brasil, Panamá y Colombia, más allá del excelente ejemplo de Uruguay, lo han hecho muy bien a la hora de implementar políticas al más alto nivel", afirmó en rueda de prensa Vinayak Mohan Prasad, responsable de tabaco en la OMS.

La organización presentó hoy el Informe Global sobre Tendencias y Prevalencias sobre el Consumo de Tabaco 2000-2025, en el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora este jueves.

Algunas de las políticas exitosas en las Américas han sido colocar en los paquetes advertencias extremadamente gráficas sobre los riesgos que conlleva el consumo, aumentar los impuestos al tabaco o campañas mediáticas, todas acciones iniciadas hace más de un lustro "y cuyos beneficios se ven ahora", indicó Prasad.

Algunos países, ciudades o estados federales fueron pioneros, como Canadá o Uruguay, California o Nueva York y el resto siguieron el ejemplo y emularon prácticas y políticas que han convertido a la región en un ejemplo mundial.

No obstante, queda aún mucho camino por recorrer, dado que se estima que aún hay unos 130 millones de fumadores en la región.

Estos datos son estimaciones, ya que no todos los países aportan información, como Bolivia, Guatemala, Nicaragua o Venezuela, o la dan parcialmente, como es el caso de Perú.

Más allá del continente americano, el informe de la OMS muestra que ha habido una reducción global en el consumo de tabaco, dado que en el año 2000 se estimaba que el 27 % de la población mundial fumaba, una tasa que cayó hasta el 20 % en 2016.

No obstante, el informe advierte que el ritmo de reducción del consumo no se corresponde con los compromisos nacionales adquiridos y, por lo tanto, no se cumplirá el objetivo de reducir globalmente un 30 % el uso del tabaco hasta 2025.

La OMS predice que si el ritmo no varía, sólo se logrará una reducción del 22 % en 2025.

Actualmente, la mitad de los estados miembros de la OMS han conseguido reducir la demanda de tabaco, pero sólo uno de cada ocho lograrán alcanzar sus objetivos de reducción.

Actualmente hay 1.100 millones de fumadores en el mundo.

Del total de hombres mayores de 15 años en el mundo, fumaba un 34 % en 2015, mientras que en el año 2000 era un 43 % de los varones.

En el año 2000 fumaban el 11 % de las mujeres del mundo, mientras que esta cifra se ha reducido en teoría al 6 % en 2015.

El problema con estos datos es que en muchas culturas aún está mal visto que las mujeres fuman, por lo que la prevalencia del tabaquismo puede ser mucho mayor de lo que muestran las cifras.

De hecho, uno de cada cuatro países en el mundo tienen un sistema "insuficiente" de control del alcance del tabaquismo, según la OMS.

Asimismo, se calcula que cerca del 7 % de los adolescentes de 13 a 15 años del mundo son fumadores, lo que representa unos 24 millones de púberes.

Un dato alarmante es que el 80 % de los fumadores del mundo viven en países en desarrollo, y muchos de ellos desconocen las consecuencias del consumo de tabaco -a pesar de que mata siete millones de personas cada año- y, especialmente, la relación con las enfermedades cardiovasculares.

Es por ello que la campaña del Día Sin Tabaco 2018 se titula "El Tabaco rompe corazones".

Las enfermedades cardiovasculares son responsables de casi 18 millones de muertes anualmente.

La OMS recuerda que la inhalación activa o pasiva del humo de tabaco es una de las principales causas de las enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques al corazón y apoplejía, que provocan 3 millones de muertes al año por consumo directo y 890.000 por el indirecto.

De hecho, los fumadores pasivos tienen entre un 25 y un 30 % más probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular que una persona no expuesta.

Si bien se ha demostrado que la mayoría de la población es consciente de la relación entre el consumo de tabaco y el cáncer, no ocurre lo mismo con las enfermedades cardiovasculares.

Ejemplo de ello es que el 50 % de los indios o los indonesios desconocen dicha causa-efecto, una ignorancia que aumenta al 60 % en el caso de los chinos. EFE

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FUENTE: EFE

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