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Aún sin monumentos, los cubanos reafirman el mito Fidel

Fidel Castro dejó a su hermano Raúl una última petición: prohibir las estatuas o monumentos en su memoria. Pero con la transmisión de sus glorias en la televisión y tras una semana de homenajes en todo el país, los cubanos reafirmaron el culto a su líder.

Fidel "rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida", dijo Raúl Castro durante un homenaje a su hermano en Santiago, horas antes del entierro del líder cubano.

El presidente cubano recordó que Fidel Castro, quien falleció el 25 de noviembre a los 90 años, siempre se opuso a que "su nombre y su figura fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos".

Y por eso insistió en que tras su muerte no se erigieran "monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributos".

Pero la imagen del fallecido líder inundó la televisión cubana, controlada por el gobierno, durante toda la semana. Fidel Castro con sus barbudos, Fidel Castro dando discursos, Fidel Castro en la Plaza de la Revolución, Fidel Castro de uniforme verde olivo.

"Debido a su extraordinario impacto en Cuba y en la región, no es realmente un adiós. Su memoria quedará en la mente de los cubanos por mucho tiempo", señaló Ted Piccone, experto en América Latina del Brookings Institution, al referirse al legado de Castro.

Y son muchos los cubanos que insisten que perdurarán las ideas de ese hombre que llaman "padre".

Generaciones de cubanos crecieron viendo en directo o televisión al líder cubano en sus variadas facetas: cortando caña, enseñando a preparar pizza, jugando béisbol, luchando contra un huracán... solo no se le vio bailando.

Sus adversarios siempre lo tildaron de megalómano y narcisista.

"Qué cubano no conserva para sí, en su casa, en su mesa de trabajo, en su cuarto, en su altar personal una imagen del líder. Él entró para siempre en nuestras vidas", dijo el sábado por la noche en un discurso Carlos Miranda, coordinador nacional de los Comités de la Revolución (CDR), organización civil considerada "los ojos y los oídos" del régimen.

Tras dejar el poder en 2006 por enfermedad, Fidel se mantuvo presente a través de artículos, esporádicas apariciones públicas y fotos con líderes extranjeros que lo visitaban en su casa de retiro en La Habana.

Después de su fallecimiento, la imagen del jefe de la Revolución cubana se propagó por toda la isla casi con fervor religioso, e incluso ya circula la dulzona canción "Cabalgando con Fidel".

Solo el otro gran ícono de la gesta revolucionaria, Ernesto 'Che' Guevara, ejecutado hace 48 años en Bolivia, podría competir hoy con la imagen multiplicada de Fidel Castro.

Ahora los cubanos que lo quieran homenajear tendrán que visitar el cementerio de Santiago, en el extremo oriente, donde sus cenizas fueron sepultadas este domingo, al lado de José Martí, considerado el héroe de la independencia.

Allí, Tomasa Savatel entiende la decisión.

"Fue su deseo, porque Fidel fue una persona modesta, humilde. Fungió como líder, como presidente, pero nunca fue vanidoso. Casualmente esa humildad, esa sencillez es lo que lo caracteriza en esta era. Fue un profeta", dijo esta técnica informática de 61 años.

En Cuba, hay 285 museos, ninguno de ellos dedicado a Fidel Castro, pero su efigie está en una decena de ellos.

Lo más parecido a una estatua del líder de la Revolución está en La Habana: una pequeña escultura que lo muestra junto al 'Che' y a Camilo Cienfuegos, el otro héroe de la revolución de 1959, que murió ese año en un accidente aéreo.

Poco después de que su hermano Raúl diera a conocer el deceso de Fidel, los medios cubanos iniciaron un bombardeo de imágenes y discursos del "Comandante en Jefe".

Durante los nueve días de duelo nacional, los cubanos despertaron y anochecieron con el rostro de Fidel en las pantallas. Su imagen fue exhibida en grandes carteles que descolgaban en edificios o, más pequeños, en los balcones de las casas.

"Tenemos a Fidel en el corazón", señaló Daniela Lozano, una ama de casa de 52 años.