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Alcohol, regalos y buena prensa: ¿cómo ganar un Emmy?

Con más de 500 series de televisión por año, ganar un prestigioso Emmy necesita no solo de calidad de producción, sino también de un muy buen lobby.

Richard Locata, el presidente de un empresa de mercadeo y comunicaciones, y consultor en premios por más de 25 años, explicó como las campañas por los premios son cada vez "más frenéticas y competitivas".

"Hay más cadenas que nunca", explicó a la AFP. "Ganar un Emmy o cualquier tipo de gran premio es un gran mecanismo de promoción de marca y una medalla de honor. Pero cada vez es más difícil de diferenciarse del resto".

Licata, uno de los más de 21.000 electores de la Academia de la Televisión, fue el primer responsable de la campaña en vallas cuando trabajaba para el programa de televisión Showtime en 2006.

"Ahora estaba manejando por el bulevar Sunset para un almuerzo, cada valla era de 'para su consideración'" -texto que acompaña los grandes posters de los programas en competencia--. "Que diferente era hace una década", añadió.

Y no solo es la promoción la que ha explotado, siguió Licata, que tiene desde mayo una montaña de 54 DVD apilados en su oficina. "Tengo que ver estos programas si quiero votar responsablemente".

Vallas, piezas publicitarias... tazas de café son parte de la típica promoción, pero las producciones de los shows se han visto obligados a innovar para destacarse en el montón.

Quizás la más creativa este año fue el servicio de televisión streaming Hulu, que envió docenas de mujeres vestidas con capas rojas y sombreros rojos a las calles de Los Ángeles para generar 'buzz' -ruido- para su serie "The Handmaid's Tale".

Su rival, Amazon, reservó el Hollywood Athletic Club por dos semanas para proyecciones y discusiones, además de tener un bar "Goliath" y una sala de juegos con motivo de "Sneaky Pete".

Netflix instaló un cuartel general de campaña -un espacio de 2.230 m2 llamado "FYSee"- en Beverly Hills, en el que ofrecen comidas y bebidas, y un área de fotografía en la que las personas podía posar con las bicicletas de los niños de "Stranger Things".

Conseguir grandes titulares en la prensa es una manera más tradicional y económica, y las cadenas no parecen descansar en su cruzada por entrar en las páginas durante la campaña de los Emmy.

Netflix por ejemplo se aseguró una buena cobertura cuando anunció en agosto que se llevó a la productora Shonda Rimes de ABC, terminando una relación de 15 años en la que dio grandes éxitos como "Grey's Anatomy" y "Scandal".

También fue noticia la táctica del programa "Mom" de CBS, que donó 250.000 dólares --su presupuesto total de mercadeo para el Emmy- a la clínica especializada para mujeres y control de maternidad, Planned Parenthood.

FX ha capitalizado también atención -en momentos en que mucho se habla de la influencia rusa en Estados Unidos- publicó un anuncio por "The Americans" advirtiendo sobre espías enviados por Moscú.

También transmitió un misterioso comercial de televisión en el que, sin mencionar el nombre del show, mostraba el Capitolio con una bandera soviética.

Los analistas están divididos, sin embargo, sobre cuanta influencia puede tener este lobby en las nominaciones o las celebraciones.

Jeetendr Sehdev, un experto de marca en Hollywood y autor del libro "The Kim Kardashian Principle", cree que el efecto de las campañas es a largo plazo para las estatuillas de los próximos programas.

En una encuesta que Sedev realizó en 2014 entre 2.000 estadounidenses, 50% dijo que si fuera miembro de la Academia estaría dispuesto a ver un show después de ver la campaña, mientras que menos del 10% cambiaría su voto sobre su programa favorito.

Josh Schwartz, creador de "Gossip Girl" y "The O.C.", tiene 20 años en el negocio y nunca ha estado cerca de un Emmy.

"Pero eso no nos interesa. Nuestro modelo es ser el programa favorito de alguien", dijo a la AFP.

FUENTE: AFP