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Carlos Baute arremete contra el 'amor tecnológico'

La ternura y el romanticismo que caracteriza el matrimonio de Carlos Baute y la modelo Astrid Klisans contrastan profundamente con la frialdad que, a su juicio, domina actualmente las relaciones de pareja de los más jóvenes. En opinión del guapo cantante, las nuevas generaciones ya no son capaces de expresar adecuadamente el amor que sienten por otras personas por culpa de las nuevas tecnologías."Es increíble lo que ha pasado con el mundo digital y con los teléfonos.

He visto a chicos de entre 15 y 17 años completamente enamorados que, en vez de confesar su amor por su pareja a la cara, prefieren hacerlo por teléfono con cuatro palabras y un emoticono. Se dicen cosas muy hermosas pero no tienen el valor de decírselo a los ojos, como debería ser. Igual prefieren escribirse porque así pueden vencer la timidez", apuntó el venezolano durante una entrevista con el famoso presentador Jaime Bayly.

Por ello, el artista hace un llamamiento a los jóvenes para que traten de sorprender diariamente a sus parejas con originales iniciativas, en vez de caer en una aburrida rutina tecnológica que, a la larga, supondrá un grave deterioro en sus relaciones personales."Siempre hay que tratar de sorprender a tu pareja.Por ejemplo, yo creo que para cualquier mujer es bonito abrir la nevera y encontrar una fotografía de los dos. O dejar alguna nota graciosa o romántica para que la lea cuando llegue a casa. Incluso regalarle de vez en cuando unas chocolatinas. Eso nunca falla, a todas las mujeres del mundo les gusta el chocolate", señaló entre risas al mismo medio.

De hecho, el ídolo latino aprovecha cualquier ocasión para impresionar a Astrid por medio de emotivas cartas que reflejan la ilusión con la que afronta cada día su envidiable vida en común."Cuando ella [Astrid Klisans] regresa de un viaje, me gusta sorprenderla con cartas o notas que le dejo en la mesita. Como hablamos mucho por teléfono, creo que impresiona más hoy en día que te escriban cartas, y en ellas le digo cosas como 'Esta noche te voy a comer toda, toda', y le dejo un chocolate al lado. Todo esto es bueno y no creo que sea cursi, entre otras cosas porque mantiene la llama encendida en el ámbito de nuestra vida cotidiana", explicaba anteriormente al diario El Mundo.