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Lena Dunham lleva seis meses sobria tras una larga adicción a las pastillas

Fiel al carácter franco y directo que la caracteriza, en especial a la hora de abordar temas tabú, Lena Dunham ha aprovechado su última entrevista para sincerarse acerca de la adicción a las pastillas que sufrió durante una larga temporada y que solo ha comenzado a superar recientemente.

"Si echo la vista atrás, no cabe duda de que hubo tres largos años en los que, por decirlo de alguna manera, abusé de las benzodiazepinas a pesar de que las tomaba por recomendación médica y con receta... entre comillas. Llevo sobria seis meses", ha revelado la guionista y realizadora a su paso por el podcast 'Armchair Expert' del actor Dax Shepard.

"Mi gran pasión era el Klonopin. En aquel momento padecía una ansiedad brutal y tenía que acudir a eventos que no me sentía preparada para afrontar. Pero sabía que no me quedaba otro remedio y cuando tomaba el Klonopin, era capaz de hacerlo. Me hacía sentir como la persona que se supone que debía ser".

La dependencia de la estrella no hizo más que empeorar con el paso del tiempo: de tomar una pastilla antes de momentos estresantes, como un vuelo, pasó a necesitar una solo para salir de la cama y los problemas de salud derivados de la endometriosis que padece, que la han obligado a afrontar más de una veintena de intervenciones y someterse a una histerectomía y una ooforectomía unilateral en el último año, no hicieron más que complicar la situación.

"Me diagnosticaron síndrome postraumático. He tenido algunas experiencias sexuales muy traumáticas en el pasado y después pasé por todas esas cirugías y por la histerectomía tras un período de dolor extremo. Dejé de sentir que padecía ataques de pánico para pasar a sentir que vivía en medio de uno".

Curiosamente, a lo largo de todo ese tiempo ningún médico consideró que estuviera abusando o utilizando de un modo erróneo su medicación y tampoco le advirtieron que dejar de tomarla sería uno de los mayores desafíos a los que se enfrentaría nunca, pero afortunadamente por el momento lo ha conseguido.

"Ahora el mero olor del interior del frasco de pastillas consigue que me den ganas de vomitar.Aún tengo la impresión de que mi cerebro se está regulando para lidiar con la ansiedad, aunque doy gracias por ello cada día".

FUENTE: Showbiz