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Astrid Klisans 'desafía' las supersticiones relativas al embarazo

A la extrovertida Astrid Klisans solo le queda un mes para debutar en la maternidad junto a su marido, el cantante Carlos Baute, pero lejos de dejarse llevar por el nerviosismo de la primera vez y caer en los mitos que han circulado tradicionalmente sobre el embarazo, la guapa diseñadora no ha dudado en desmontar algunas de estas teorías asegurando, por ejemplo, que no existe riesgo alguno en disfrutar de una jornada de piscina durante las últimas semanas del período de gestación.

"Había escuchado en repetidas ocasiones que no era bueno bañarse en la piscina en la recta final del embarazo. Que si rompías fuentes [aguas], no te enterarías. Pero como dijo mi doctora: "¿Cuándo haces pis en el mar no te das cuenta?". Pues claro que nos damos cuenta, y también nos daríamos cuenta al romper bolsas ya que el líquido que saldría tiene una temperatura muy superior. La piscina es además sumamente beneficiosa para deshincharnos y contrarrestar la retención de líquidos", desveló Astrid en su blog de la revista ¡Hola!, antes de alertar a sus lectores de que, sin embargo, no es recomendable visitar una piscina pública en los meses de verano.

"Eso sí, evitad las piscinas públicas ya que pueden ser un foco de infección importante, así como quedaros con la barriguita húmeda durante largos períodos de tiempo", añadió.

La mujer del artista venezolano ya demostró hace unos días que está por encima de esa clase de habladurías al dejarse grabar por su marido mientras bailaba su último éxito, 'Amor y Dolor', al tiempo que se refrescaba en la piscina que el matrimonio tiene en su casa de Madrid.Otra de las ideas preconcebidas sobre el embarazo que Astrid se ha encargado de desmentir tiene que ver con el sexo del bebé, ya que a su juicio muchas personas creen todavía que si el retoño que alberga en su interior es niño, la madre lucirá mucho más radiante que en el caso de que sea niña debido a la diferencia entre hormonas.

"Hay una tendencia generalizada a pensar que los niños ponen a las madres guapas y las niñas las ponen feas. Supuestamente las 'hormonas femeninas' empeoran nuestro aspecto. Pero, ¿cómo pueden empeorarnos unas hormonas que comienzan a florecer en la adolescencia? Imposible... Fue así como descubrí que esta creencia es totalmente falsa", explicó a sus seguidoras.

La también modelo y arquitecta reconoce, por otro lado, que como mujer embarazada ha experimentado durante algunas semanas un apetito voraz que le ha llevado a dar rienda suelta a su pasión por los dulces, aunque matiza que ha sido su famoso marido el que se ha visto más perjudicado por este fenómeno que, en principio, no debería afectar al padre del bebé.

"Mi época de antojos fue bastante corta pero intensa, pero la de mi esposo se ha prolongado en el tiempo. Parece que la tormenta de chuches le ha atacado más a él que a mí. No habrá pruebas científicas que lo demuestren, pero seguramente ellos utilizan también el embarazo para liberarse y redondear sus tripillas a la par que la de la madre. Por la razón que sea, es cierto", bromeó.