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La historia de amor entre Almodóvar y Francia

Más allá de su presencia habitual en el Festival de Cannes, Pedro Almodóvar es uno de los directores predilectos del cinéfilo público francés, que aprecia cómo le conecta con su carácter latino y destila la emoción, algo poco palpable en el cine galo.

"Francia te adopta de un modo absoluto, lo decía Julio Iglesias. Si triunfas en Francia, tienes un público fiel de por vida. Soy un cineasta franco-español", afirmó Almodóvar al presentar en Cannes su película "Dolor y gloria", una de las favoritas para la Palma de Oro que será anunciada este sábado.

Y es que el público de Francia, un país con una anclada tradición cinéfila que se mantiene pese a las plataformas en línea, siente devoción por el director español, de 69 años.

Tras solo una semana en cartelera, "Dolor y gloria" es ya la cuarta película más vista a nivel nacional y la crítica multiplica sus elogios, deseando abiertamente que el jurado de Cannes le entregue al fin una Palma de Oro, tras cinco intentos en vano.

"El cenit de Almodóvar", tituló en su portada el diario nacional Libération, en referencia a su película autobiográfica.

La Academia de Cine francesa otorgó al director cuatro César, incluido el premio honorífico en 1999, una distinción que nunca ha recibido de manos del organismo homólogo en España, después de más de 20 películas y dos Óscar.

Pero la historia entre Almodóvar y Francia tampoco fue amor a primera vista.

"Francia fue con retraso", explica a la AFP el crítico de cine francés Frédéric Strauss. "Sus primeras películas, como 'Entre tinieblas' y 'Matador' fueron ignoradas porque eran demasiado provocadoras a ojos de los distribuidores" en los años 1980, asegura Strauss, autor del libro "Conversaciones con Pedro Almodóvar".

Todo cambió con "Tacones lejanos" (1991), la historia de una veterana actriz y su hija. "Es una película melodramática que se basa en los sentimientos y eso es lo que nos aporta Almodóvar hasta hoy, esa relación con la emoción", afirma Strauss.

"Francia no hace filmes conmovedores, sino comedias o historias más intelectuales", por lo que el director español colma un vacío que existe en el cine nacional, agrega.

"Todo sobre mi madre", "Volver", "Hable con ella"... el público francés ha acogido con los brazos abiertos casi todas sus películas, especialmente en las que explora los lazos familiares.

Para Strauss, Almodóvar conecta al espectador galo con "su identidad latina". "Esta relación con la familia es característica de su cine y yo he reconocido a la mía propia en sus películas. Son cosas que nos son cercanas pero que no mostramos en el cine francés".

Este crítico tampoco olvida que tanto en España como en Francia, Almodóvar contribuyó a la apertura de espíritu en los años 1980, haciendo de sus personajes homosexuales, enfermos de sida y transexuales los protagonistas de sus películas. "Pero nunca desde una reivindicación identitaria, sino mostrando que todos podemos convivir juntos".

"Almodóvar forma parte de un reducido grupo de directores de quienes se reconoce inmediatamente su estilo", dijo a la AFP Anais Français, una cinéfila francesa que ha visto casi todas sus películas.

"Lo que aprecio es el laberinto de historias que construye, sus personajes complejos, los colores subidos de tono. Sobre todo no pretende ni moralizar ni juzgar, simplemente transmitir emoción, a menudo asociada al humor", dijo esta parisina, de 38 años.

FUENTE: AFP