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EEUU: movilización contra una bacteria resistente a los antibióticos

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos redoblarán esfuerzos para impedir la aparición de agentes microbianos resistentes a todos los antibióticos, luego del reciente descubrimiento de una paciente infectada por una bacteria mutante insensible a un antimicrobiano de último recurso.

Los centros de control y de prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) anunciaron la próxima puesta en marcha de una red de laboratorios para detectar la resistencia microbiana en muestras humanas y hacerle frente.

Los CDC van utilizar nuevos recursos para apoyar a los servicios de salud en sus esfuerzos por detener los brotes de infección resistentes a antibióticos e impedir la propagación de esos agentes patógenos.

El temor de un escenario nefasto aumentó luego del caso de una mujer de 49 años que padecía una infección urinaria persistente de una cepa de Escherichia coli (E.coli) portadora de un gen MCR-1. Este descubrimiento ha sido objeto de un reciente informe de la revista médica Agentes Microbianos y Quimioterapia.

Los CDC precisaron que están trabajando con el Ministerio de Defensa -cuyos virólogos detectaron la bacteria- y con las autoridades sanitarias del estado de Pensilvania, donde la paciente estuvo internada para "identificar a las personas que estuvieron con ella y así evitar contagios".

El gen MRC-1 es temido porque vuelve a esa bacteria resistente a la colistina, un antibiótico que data de 1959 utilizado como último recurso contra las enterobacterias resistentes al carbapenem (ERC). Se trata de otra clase importante de antibióticos utilizada para tratar la multiresistencia bacteriana.

Es la primera vez que se encuentra el gen MRC-1 en una bacteria infectando a un humano en Estados Unidos. Antes, había sido detectado en Europa y en China en aves y cerdos.

Pero la bacteria E.coli, que infectó a esa persona hoy curada, era afortunadamente aún sensible al carbapenem, según precisaron los CDC.

El gen mutante MCR-1, que se encuentra sobre un pequeño fragmento del ADN microbiano, tiene la capacidad de pasar de una bacteria a otra, propagando potencialmente la resistencia a los antibióticos en diversas especies bacterianas.

De acuerdo con las autoridades sanitarias, si las enterobacterias resistentes al carbapenem adquieren ese gen, no habría más antibióticos disponibles para detenerlas.

"Estamos muy cerca de ver emerger enterobacterias que serán imposibles de tratar con antibióticos", advirtió el Dr Lance Prince, de la Universidad George Washington, citado por el New York Times.

Para Tom Frieden, el director de los CDC, "corremos el riesgo de volver a ser un mundo pre antibiótico".

Los CDC y los institutos nacionales de salud estudiaban ese gen en bacterias de América del Norte desde su aparición en China en 2015.

La detección por primera vez del MCR-1 en Estados Unidos "es un signo previo de la emergencia de una bacteria resistente a todos los antibióticos", escribieron los autores de este descubrimiento.

Con una tasa de mortalidad que puede llegar al 50%, las enterobacterias resistentes al carbapenems son consideradas por los CDC como una de las más grandes amenazas a la salud pública.

Pero los científicos del ministerio de la defensa señalaron en un blog que el gen MRC-1 es raro. Precisaron que los investigadores de las agencias federales analizaron 44.000 bacterias salmonela y 9.000 bacterias E.Coli en relevamientos sobre humanos y en carne de supermercados sin encontrar rastro.

Según Frieden, es imprescindible "hacer grandes esfuerzos para proteger la eficacia de los antibióticos para nuestra generación y la de nuestros hijos", así como desarrollar nuevas clases de antibióticos.

Según un estudio reciente publicado en el Diario de la sociedad americana de medicina, hasta el 30% de los antibióticos orales prescritos en consulta médica en Estados Unidos son inapropiados.

Ese mal uso de los antibióticos es considerado como la principal causa del desarrollo de la resistencia microbiana, que afecta a dos millones de personas en Estados Unidos y causa 23.000 muertes por año, según los CDC.

FUENTE: AFP